CANCÚN, Q.R., Viernes 28 de Enero 2011.
CONSTE!
“KALIMBAZO” A LA LEY
+ Pudo más la dura presión de Televisa y de gente santurrona
+ Mal precedente: los violadores poderosos tienen impunidad
+ El juez Farah Godoy cometió la misma pifia, con Daniel Montiel
Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
¡Y la presión mediática apabulló a la Ley!...
Para júbilo de Televisa, de un segmento retrógrada de la sociedad sobre todo de Chetumal y de miles de incondicionales “fans” que sin conocimiento real de las circunstancias lo apoyaron estridentemente, Kalimba fue puesto en libertad por un juez cuya imparcialidad quedó bajo sospecha.
“Gracias por defenderme como si fuera su propia familia…amo mucho a la gente de Televisa”, dijo el cantante al salir del Cereso chetumaleño a los reporteros que se identificaron como empleados de la empresa de Emilio Azcárraga Jean, y fue el corolario de una brutal campaña del poderoso consorcio a su favor. Un gran número de estrellas tuvo espacio --los últimos días-- para exacerbar los ánimos en contra de quienes pretendían “una injusticia”: dejar preso a su compañero de trabajo.
Fue bárbara --¿como Ana?-- la presión que ejercieron tanto Televisa y sus filiales de radio como el cuerpo de abogados defensores contra el sistema de procuración de justicia de Quintana Roo. También TV Azteca, aunque en menor medida, le entró al rejuego. De paso, alentando el morbo popular, elevaron su rating e hicieron toda una telenovela rascuacha. Pero bien que le lavaron el cerebro a muchas y muchos…
El resultado final fue el escarnio a las leyes del estado, unas de las más avanzadas en materia de protección a las mujeres --principalmente menores de edad--- víctimas de violación, y de alta penalidad para quienes perpetran ese delito.
La dura cruzada mediática incluyó ataques directos al procurador estatal Francisco Alor Quezada --“fabricante de pruebas”, lo llamó el abogado defensor, y la cantaleta fue repetida por conductores televisivos--, lo que obligó al gobernador Félix González Canto a defender a su colaborador en la víspera de la resolución del juez segundo de lo penal, Daniel Farah Godoy.
En el circo del cinismo en que se convirtió el caso, sólo falta que el cantante abusador demande por calumnia y difamación a la ofendida. Por lo pronto, le envió con harta desfachatez un mensaje al ir rumbo a su jet privado y abandonar estas tierras: “Que Dos te bendiga”.
Empero, asunto podría continuar, pues la jovencita de 17 años de edad que se dice agraviada y sus familiares ya anunciaron que recurrirán a otras instancias en busca de justicia. Denunciaron que los representantes legales de Kalimba les ofrecieron dinero para que se “apacigüen” y que ellos lo rechazaron porque no quieren ningún tipo de arreglo extrajudicial.
En virtud de que el cantante no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito --violación sexual--, podrían acusarlo por el delito de estupro, también sancionado fuertemente por el Código Penal de Quintana Roo. En su artículo 130 (Capítulo III, Estupro), establece:
“Al que por medio de engaño realice cópula consentida con persona mayor de catorce y menor de dieciocho años de edad, se le impondrá prisión de 4 a 8 años”.
El veredicto del juez dado a conocer ayer jueves 27 establece un mal precedente: el de la impunidad para los famosos o ricos. Ahora ¿cualquier hombre podrá agredir sexualmente a una niña y sentir que no será castigado?. Ahora ¿los jefes de familia quintanarroenses “reprimirán” a sus hijas para que no sean víctimas de violación?. Ahora ¿el turismo nacional y extranjero tendrán desconfianza de las autoridades judiciales si el infortunio los involucra en un hecho delictivo?.
Y no sólo el Código Penal del estado, con sus severas sanciones a violadores (artículos 127, 128, 129 y 130) ha resultado lastimado. También la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del estado de Quintana Roo, que en su artículo 5, fracción VI, determina:
“La violencia moral. Se reputa como tal todo acto u omisión encaminados a la vejación, escarnio y mofa de la víctima que se sienta afectada en su calidad humana y en su moral como persona, cuya finalidad esencial sea exponerla al desprecio de los demás y le impida el buen desarrollo”.
Eso ha ocurrido con la menor de edad presuntamente violada por Kalimba. Su identidad --nombre completo, imagen-- fue revelada aunque eso lo prohíbe la Ley, y ha sido objeto de humillación y burla por miles de fanáticos admiradores del artista y también por gente (sobre todo mujeres, ¡increíble!) provista de una mentalidad anticuada y pueblerina. Con ligereza le hicieron un juicio sumario que la dejará marcada de por vida. Y apoyaron al “famoso y popular” tal como se lo pedían los tendenciosos programas televisivos: incluso con dos vergonzosas marchas callejeras en Chetumal.
Así, el kalimbazo encueró a una santurrona sociedad que tiene una doble moral: reprocha la actitud de una niña sin dinero y proveniente de una familia disfuncional, pero en cambio está presta para defender la honra de quien --menor de edad agredida sexualmente-- pertenezca a la clase ricachona. ¡Qué lamentable!...
“Se lo merecía por andar de ofrecida y en la calle”, han llegado a decir esos persignados, respecto a la víctima de Kalimba. No dirían eso si por ejemplo un humilde albañil abusara de una joven “pirruris”.
Violación o no de por medio, lo cierto es que el cantante se aprovechó de la muchacha. Y ella lo denunció penalmente. Con eso bastaría para que el juez hubiera determinado la no liberación del personaje del “Canal de las Estrellas”.
El procurador Francisco Alor condenó pero aceptó el fallo del juez. Peor aún: declaró que no apelará esa decisión “porque sería ocioso”, porque --prejuzga-- el Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) no le haría caso. ¡Pero si es su obligación legal y ética!.
Es deplorable que a la víctima también la hayan dejado sola funcionarias --¡mujeres!— que tienen la obligación de defender y atender a niñas, adolescentes y adultas que sufren ese tipo de agresión. Nada hizo Cecilia Loria Marín, directora del Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM), una dependencia del gobierno, pagada por el pueblo. Nada hizo tampoco Lizbeth Gamboa Song, directora del DIF del estado, que igualmente vive del erario. Se quedaron mudas. ¿Lo mismo harían tratándose de la hija de un acaudalado empresario o un prominente político?...
Mientras tanto, esta entidad ocupa el primer lugar en violaciones sexuales, a nivel nacional: unas 800 menores de edad sufrieron ese delito el año pasado, y 30% de los 1.053 reclusos del Cereso de Chetumal está procesado por ello.
El 21 de agosto pasado, el IQM reveló que un 70% de las 561.000 mujeres que habitan en Quintana Roo sufren de algún tipo de violencia física, sicológica, económica o la combinación de las mismas. “La violencia no respeta nivel socioeconómico, sexo, edad ni ningún otro factor”, dijo entonces su titular Loria Marín.
O sea, 392.700 mujeres --siete de cada diez-- son víctimas.
¡Y ni con todo eso se apoyó a la demandante de Kalimba!...
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LO NEGRO DEL JUEZ.- El 14 de septiembre de 2006, luego de que el gobernador González Canto envió al Congreso local la iniciativa de Ley de Justicia para Adolescentes --que fue aprobada--, Daniel Farah Godoy fue designado Juez de Adolescentes con una jurisdicción que abarca los municipios de Othón P. Blanco (Chetumal), Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos. No tomó conciencia de la defensa de los menores de edad. Y posteriormente se le nombró titular del Juzgado Segundo de lo Penal, cargo que ocupa ahora y desde el que exculpó a Kalimba.
Lo grave es que ya ha cometido pifias como en el caso del cantante: en 2009 libró orden de aprehensión contra Daniel Montiel Mora, quien en el sexenio del nefasto Joaquín Hendricks Díaz fungió como director del Registro Público de la Propiedad y el Comercio del estado. Montiel había sido acusado penalmente por favorecer un fraude y un despojo de los hermanos Luis y Arturo Contreras Castillo con el predio que ocupa el hotel Coco Beach, en Playa del Carmen.
El señor juez le dio largas durante muchos meses a la orden de arresto… y su “ineficiencia” al integrar el expediente permitió que, poco tiempo después de ser detenido, Montiel quedara en libertad.
En consecuencia, es válida la sospecha de que Farah Godoy habría sido comprado por los abogados de Kalimba.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
http://carloscantonzetinadice.blogspot.com
http://laverdadseimpone.blogspot.com
Twitter: @cantonzetina
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