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jueves, 24 de junio de 2010
EN CANCÚN, GANARÁ JULIÁN RICALDE MAGAÑA
CANCÚN, viernes 25 de Junio 2010.
CONSTE!
Julián Ricalde será alcalde
+ En Cancún ganará la oposición, pese a la "guerra sucia"
+ Gasto millonario y golpeteo de Félix González Canto, inútiles
+ Los lacayos del Instituto Electoral de Quintana Roo…
Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
La dura embestida del gobierno priísta de Félix González Canto y sus empleados en el Congreso local --presidido por su pariente Luis González Flores— y en la mayoría de los medios de comunicación de Quintana Roo para desprestigiar al ayuntamiento perredista de Benito Juárez (Cancún), no impedirá que en este municipio el PRI muerda el polvo. Perderá de nuevo el próximo 4 de julio.
Tampoco le bastará al tricolor el gasto supermillonario --rebasa el tope legal, ¡sin duda!-- que ha realizado para tratar de recuperar “La Joya de la Corona” en la actual disputa electoral: Cancún.
Podría decirse incluso que han sido contraproducentes las muchas y bastante sucias maniobras gubernamentales por tratar de inducir el voto a favor de Guadalupe Novelo Espadas, la débil e inocua candidata de la alianza “Quintana Roo Avanza” (PRI, PVEM y Panal) a la presidencia municipal. El ganador será Julián Ricalde Magaña, abanderado de la mega coalición “Todos con Quintana Roo” (PAN, PRD, PT y Convergencia).
El “efecto Greg” será determinante para ese triunfo opositor, a pesar del afán gubernamental por desparecer del mapa al ex alcalde ahora en prisión.
Y será un severo revés para el priísmo no sólo del estado sino de todo el país. Porque es innegable la importancia estratégica de éste que es el destino turístico número uno en México.
De los 846.482 ciudadanos que conforman el padrón electoral electores del estado, prácticamente la mitad --414.188-- radica y vota en Cancún. Eso da una clara idea de la relevancia de este municipio, y también explica la ferocidad con que es disputado por la administración de González Canto, empeñado como ha estado siempre en imponer a como dé lugar a su ahijado político Roberto Borge Angulo en la gubernatura y a la grisácea Lupita en la alcaldía.
La esperanza del Revolucionario Institucional es que en Cancún se produzca un milagro: que haya un “voto diferenciado”, es decir, que la gente vote en contra de Novelo Espadas pero a favor de Borge Angulo. ¡Y eso va a estar “pelón”!...
Es cierto, se prevé un gran abstencionismo debido, fundamentalmente, al miedo que el gobierno ha generado entre la ciudadanía. Porque atacar con rabia a la izquierda --como se ha hecho— mediante el señalamiento de que en Cancún ha incurrido en actos de corrupción y a través de colocarle un letrero de violento, tiene sin duda el propósito de crear un ambiente de temor en la población.
Aparte está el hecho, también cierto, de que una amplia capa de cancunenses está harta de los políticos --de todos los partidos-- que no sólo incumplen sus promesas de campaña, sino que además utilizan los cargos para enriquecerse brutalmente.
Pero con los electores que no acudirán a las urnas y los que mayoritariamente sufragarán en contra del PRI, se conformará una base suficiente para propiciar el triunfo de la oposición.
Como oportunistas y favorables al PRI son consideradas las declaraciones de Félix González Canto de ordenar auditorías al ayuntamiento de Benito Juárez y de “acabar con la corrupción” que hay en el ayuntamiento. ¿Y por qué no hace lo mismo respecto a las alcaldías priístas de Solidaridad, Othón P. Blanco y Cozumel? ¿Acaso en esos municipios no ha habido saqueo del erario público? ¿Y por qué el señor gobernador no dispone que esas supervisiones a las finanzas se amplíen a su propia administración?.
Peor aún: el mandatario estatal ha cometido deliberadamente el equívoco de relacionar la alarmante ola delictiva --el narco apoderado de Cancún-- con los supuestos desvíos de presupuesto en el ayuntamiento que ahora preside Latifa Muza Simón.
Es clara la intención de González Canto de recurrir a cualquier medida --incluso violatorias de la soberanía municipal-- para que su partido gane “carro completo” y, especialmente, recupere Cancún. En ese contexto debe verse la afirmación del gobernador: “La corrupción genera impunidad y ésta, a su vez, hace que la delincuencia organizada se mueva a sus anchas…”
El gobernador “olvida” los señalamientos formulados contra su propia administración, contra él y algunos de sus colaboradores, de que ha habido corrupción y nexos con los carteles de la droga en la cúpula del gobierno estatal. Sólo dos ejemplos: Salvador Rocha Vargas, gran amigo de don Félix, permanece en la misma prisión nayarita donde está recluído Greg, bajo la acusación de tener vínculos con el narcotráfico y delitos contra la salud en la modalidad de fomento. Y Gabriel Mendicuti Loria, otro de los cercanos amigos del gobernador, fue acusado reiteradamente de traficar con terrenos en la zona donde se construiría el nuevo aeropuerto, en Tulum. En todo momento, el gobernador defendió a ese par de pillos.
Así que, limpia… limpia, no está la administración de González Canto. Pero contra él no se ha lanzado la jauría del Órgano Superior de Fiscalización --que depende del Congreso estatal-- como el diputado miembro de la “familia real”, González Flores sí la aventó, y con una rapidez inusual, contra el ayuntamiento de Benito Juárez.
La conclusión es clara: el gobernador es quien ha enturbiado el proceso electoral que tendrá su momento culminante el domingo 4 de julio.
Capítulo aparte merece la actitud lacayuna y torpe de los consejeros del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo). No han ocultado que están al servicio del gobernador y del PRI. ¡La “autonomía” de esa institución es puro cuento!.
Vea usted cómo, con una sorprendente celeridad, el Ieqroo ordenó la cancelación del registro de Greg como candidato, el retiro de su nombre de las boletas electorales y hasta la suspensión de propaganda a su favor. En cambio, ha sido incapaz de vigilar que se cumpla con los topes legales de campaña. Se hizo el “occiso” para no obligar --como debió hacerlo-- a Roberto Borge Angulo a participar en el debate público que solicitó su contrincante panista Alicia Ricalde Magaña. (Similar solicitud había formulado Gregorio Sánchez Martínez, pero con harta velocidad el instituto la invalidó cuando encarcelaron al candidato).
La más reciente demostración de que la autoridad electoral en Quintana Roo es una dependencia más del gobierno de González Canto, fue su complacencia cómplice ante las encuestas plenas de falsedad que fueron difundidas de forma ilegal por los medios de comunicación bien pagados por el mandatario estatal. Los sondeos, ¡obvio!, colocaban al PRI como “ganador” en Cancún. Afortunadamente, para bien de la vida democrática del estado, el Tribunal Electoral Federal (Trife) acaba de emitir una resolución en la que descalifica tales encuestas.
Es evidente que con esos tramposos sondeos, el gobierno del estado pretendió engañar a los habitantes de Benito Juárez. Y no es la primera vez que eso ocurre. Intentó hacer lo mismo, en el pasado proceso electoral, al anunciar como ganador anticipado al candidato tricolor Víctor Viveros Salazar, quien finalmente terminó derrotado en las urnas por Greg.
¡Qué asco!...
Pero hay otra “jalada” del Instituto Electoral quintanarroense: determinó el lunes 21 de junio que las once toneladas de material electoral que se utilizará el día de los comicios --incluídas, claro, las boletas para votar-- fuesen transportadas ¡por carretera! desde el Distrito Federal hasta Chetumal, cuando siempre se ha hecho vía aérea. Con toda razón, surgió la inconformidad del PRD y del PAN, pues fácilmente, en ese largo trayecto, se pueden DUPLICAR las boletas electorales, para beneficiar al PRI.
*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior, y director general de las revistas Quehacer Político, Polémica y Huellas.
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