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lunes, 28 de marzo de 2011
CON FÉLIX GONZÁLEZ, GOBERNABILIDAD Y RESPETO A LOS ADVERSARIOS
CANCÚN, Q.R., Martes 29 de Marzo 2011.
CONSTE!
LEGADO DE FÉLIX
+ Su templanza, tolerancia y respeto a opositores, retos para Roberto Borge
+ Jamás hubo ingobernabilidad a pesar de las muchas calamidades que afrontó
+ González Canto: “La armonía política nos evita las torceduras del poder”
Por CARLOS CANTÓN ZETINA*
carlos_cantonz@hotmail.com
En el balance del agonizante sexenio del priista Félix González Canto, es preciso reconocer cuestiones fundamentales que hacen la diferencia respecto a otros mandatarios estatales: gobernó Quintana Roo con sensatez, con sentido común --el más difícil de los sentidos—, con generalizado respeto a las libertades, con temple y sin aspavientos.
Más que la obra pública, de suyo importante, el principal legado de quien concluye su gestión el 4 de abril es que evitó ingobernabilidad y la paralización del estado. No perdió el rumbo ni se amilanó a pesar de los embates de huracanes, influenza y debacle económica global, que causaron severos daños sobre todo en los destinos turísticos.
Es hora de reconocer la mesura, la tolerancia y el espíritu conciliador --diálogo, antes que confrontación--- con que condujo al estado. Ni torció el poder ni el poder lo torció a él...
Francamente, al inicio de su administración, y debido a su juventud, no se vislumbraba que González Canto tuviera esas aptitudes, que no significaron falta de energía. Pero su valentía fue serena.
Ahora, hay que decirlo claramente: nunca “se rajó” ante las muchas calamidades que azotaron al estado, sino al contrario, siempre las afrontó, en todo momento estuvo presente. No hubo ausencias deliberadas como en anteriores administraciones. No estaba “de viaje” cuando llegaron las grandes crisis.
Tampoco se utilizó el poder para aplastar a los adversarios políticos. No se desataron persecuciones ni encarcelamiento de disidentes. Imperó el respeto hacia quienes pensaban diferente, aún siendo furiosos críticos.
Honrar honra: no hubo presiones ni amenazas contra los periodistas que, como el autor de esta columna, formularon señalamientos en su contra o de sus acciones de gobierno. Se ejerció a plenitud la libertad de expresión.
Para el sucesor Roberto Borge Angulo son enormes los retos. ¿Su juventud tampoco será óbice para que gobierne con sensibilidad política, sobre todo si se toma en cuenta que ahora la mitad de los municipios del estado estarán en manos de la oposición?...
Hay veracidad en las palabras de González Canto durante su sexto y último informe de gobierno: “Yo elegí el poder para hacer el bien, para ayudar, para transformar, jamás abusé de él, jamás lastimé a nadie, hoy puedo mirar a todos de frente; siempre me alejé de tentaciones y consejos que apuntaban en sentido contrario”.
En su bien elaborado mensaje político ante el Congreso local, el gobernador saliente no mintió. ¡Y qué bien le hace eso al estado y a los quintanarroenses!.
En sus seis años de mandato constitucional, insistimos, no se ejerció la fuerza contra disidentes --políticos y ciudadanos--, y Félix lo explicó con esta frase: “…Comprendo que la fórmula democrática de gobernar es a partir de escuchar y sumar ideas y voluntades”.
El gobernador está en lo cierto: en Quintana Roo impera hoy un ambiente de acuerdos, que aleja las confrontaciones políticas. Y vale recordar que la oposición era gobierno en municipios tan importantes como Benito Juárez (Cancún) e Isla Mujeres.
Por la suma de sus acciones gubernamentales, González Canto tiene hoy un elevado e insólito nivel de aceptación popular: 8.6%. Significa que 86 de cada 100 ciudadanos aprueban su desempeño. Datos que contrastan con personajes que apenas hace unos meses concluyeron su gestión, en medio del repudio de su gente. Ulises Ruiz en Oaxaca y Mario Marín en Puebla son dos significativos ejemplos.
Félix sí podrá caminar tranquilamente por las calles del estado a partir del 5 de abril. “Hoy puedo mirar a todos de frente”, dijo.
Otra parte de su discurso es de suma importancia: “La armonía política nos evita las torceduras del poder que traiciona su origen y nos acerca con el diálogo productivo y respetuoso, nos convoca al debate de las ideas y no de los intereses; nos conduce a la ponderación de lo mejor para la sociedad, antes que a la conveniencia propia o la de grupo…”
Además de la templanza, fue la humildad signo característico que pocas veces se ve en políticos de su talla. Así, admitió que no fue él solo quien sacó adelante a Quintana Roo en los momentos difíciles en que se produjeron fenómenos meteorológicos, contingencia sanitaria y crisis financiera internacional --que mucho afectó al estado--, sino todos los ciudadanos. “…En todo este tiempo, jamás hubo obstáculo o reto que este gran pueblo quintanarroense no pudiera superar”, expresó.
Le asiste la razón a González Canto cuando afirma que Quintana Roo es “un estado vencedor y con futuro, donde lo mejor está aún por venir”.
En cuanto a la obra material, no es poca cosa que a pesar de todas las adversidades el gobierno invirtió en el sexenio más de 25 mil millones de pesos en beneficio de los quintanarroenses. Equivale a 21 obras cada día. Y en ese lapso, el arribo de turistas no disminuyó: 70 millones que dejaron una colosal derrama económica de 30 mil millones de dólares.
Por último, vale reconocer otro logro del mandatario saliente: mantuvo integrada a su familia. Estuvo siempre junto a su esposa y sus hijos. Es válido el reconocimiento público que hizo a la labor desarrollada en el DIF estatal por la señora Narcedalia Martín de González, quien también mantuvo una actitud moderada y de servicio a los más necesitados.
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EDUARDO OVANDO.- En el último tramo de su gestión, González Canto tuvo el valioso apoyo del chetumaleño secretario de Gobierno, quien interpretó cabalmente la convicción del mandatario de trabajar con sensatez y eficiencia. Con sobriedad, Eduardo Ovando Martínez fue pieza clave en la solución de problemas a base del diálogo y la conciliación. Ratificó su sensibilidad política apenas la semana pasada cuando, gracias a su intermediación y a sus gestiones, se desactivó una “bomba de tiempo” como muchas otras en los últimos meses: fueron liberados cinco campesinos injustamente acusados de “talamontes” por la Semarnat. Un mes y medio estuvieron tras las rejas, y un grupo de labriegos hizo plantón en Chetumal.
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*Carlos Cantón Zetina es un periodista tabasqueño con una vasta trayectoria profesional de 45 años. Fue reportero y Jefe de Información del diario Excélsior y director general de las revistas de circulación nacional Quehacer Político, Polémica y Huellas.
http://carloscantonzetinadice.blogspot.com
http://laverdadseimpone.blogspot.com
Twitter: @cantonzetina
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